Mi mirada

Los cuadernos son grandes, totalmente blancos, sin líneas y se trabaja con mucho color y amor.


Son muchas las diferencias entre la pedagogía Waldorf y la que se imparte hoy día en los colegios tradicionales, voy a comenzar por enumerar algunas de las cosas que se hacen en los colegios Waldorf, para que las personas que nunca han escuchado hablar de esta pedagogía se vayan haciendo una idea de esta.

El aprendizaje y todo lo que se hace en el colegio acompaña la vivencia anímica del niño o joven en cada momento evolutivo de su ser, ya que el ser humano a través de su desarrollo va viviendo diferentes etapas que deben ser acompañadas de diferentes formas. El adulto debe conocer a profundidad cual es el desarrollo evolutivo del ser humano para poder acompañar cada etapa adecuadamente, esto incluye a padres y profesores.

Los niños aprenden porque es muy entretenido aprender, NO hay notas, ni pruebas, ni inspectoría, no aprenden por estímulos exteriores, sino por la motivación misma que trae el aprender.

Durante la enseñanza básica el mismo profesor acompaña un mismo grupo durante 7 u 8 años, esto permite entablar lazos y que haya una autoridad amada.

Como el profesor cada año va subiendo de curso, esto hace que el profesor esté en continuo estudio y en continua transformación, vivificando lo que va a enseñar y no quedándose en repetir el mismo discurso cada año.

Las materias se ven por épocas, es decir, durante tres o cuatro semanas se concentra toda la atención en castellano, después de estas semanas se concentra la atención en matemáticas, después en botánica y así se van pasando las diferentes épocas del año (de acuerdo a cada curso). Esto les permite a los niños entusiasmarse, digerir y profundizar una materia a la vez, mientras las otras no se están viendo quedan en un periodo de olvido, que es parte fundamental para el recuerdo, ya que cuando se retoma nuevamente, no se ha olvidado, sino que se ha asentado y está presente con otra fuerza.

En los primeros años la imagen es muy importante, el niño todo lo aprende a través de imágenes llenas de vida y no de una forma abstracta que no tiene ninguna relación con ellos.

Los cuadernos son grandes, totalmente blancos, sin líneas y se trabaja con mucho color y amor.

Estas son unas pocas cosas externas que pueden comenzar a mostrar algunas diferencias, pero es muy importante resaltar que el trasfondo, el porqué de cada una de las actividades es muy importante, las recetas aquí no sirven de nada, algo que sirve para un grupo determinado puede no servir para otro grupo, por eso es muy importante la continua autoeducación de los maestros.

Sólo cuando se conoce el porqué se hace de determinada manera o lo que necesita el niño en ese momento de su vida, sólo cuando se tienen en cuenta estos procesos y el maestro los puede asimilar y transformar, sólo ahí podemos hablar del pedagogía Waldorf.La forma no tiene tanto peso como el trasfondo de todo lo que se hace.»